Presentación...

Bajo el título "periodistasinvestigación", este blog quiere representar una mirada crítica del poder e impulsar la regeneración ética en los medios de comunicación, para que haya una auténtica libertad de expresión.


I am nothing if not critical

miércoles, 2 de abril de 2014

Adolfo Suárez, la ética del pluralismo y la inteligencia moral.

Se han agotado los elogios a la figura clave de la transición, el primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez recientemente fallecido. Pasado el eco de las palabras de los que se acercaron hasta su capilla ardiente, o desfilaron por los medios de comunicación, mientras durante su mandato le hicieron la cama, como los Garrigues, es hora de  ir más allá de los adjetivos laudatorios al uso.

Yo definiría el ejemplo político de Suárez como el ejercicio más pleno que se ha hecho de la ética del pluralismo. El Presidente Suárez se comprometió en sus discursos a entablar el diálogo con todas las fuerzas políticas al margen de los votos que tuviesen. Eso quiere decir que no discriminó a las minorías políticas. El espíritu negociador para incorporar las opiniones de todos,  ha sido saludado con el título del consenso, pero ese es un argumento reduccionista. Porque el pluralismo que garantiza la incorporación de los planteamientos de las minorías trasciende el restablecimiento de derechos y libertadas con el inicio de la democracia.  Yo fui testigo de como altos cargos de la Administración de UCD localizaban a dirigentes sindicales una noche cuando participaban en la fiesta anual del PCE, para negociar aspectos laborales. Ese si que era un talante auténtico, factual,  y no como el que con Zapatero se lanzó a la arena del marketing político. Además contrasta con las acusaciones de "rodillo"que posteriormente se lanzaron PSOE y AP-PP mutuamente.

La inteligencia moral es otra de las aportaciones políticas de Suárez, que extendió a su partido y Gobierno ya que no se produjeron casos de corrupción, tan generalizados ahora. De hecho a Suárez cuando dejó de ser presidente el Banco le ejecutó la hipoteca por insolvente. Entonces Suárez allegó las libertades en un tiempo récord, regeneró moralmente la vida política desmontando el aparato franquista, mientras que hoy clamamos por una regeneración política que nos salve de la corrupción y del déficit de participación política. Suárez tenía una moral que hoy buscamos sin tener un Suárez.